viernes, 25 de enero de 2013

El Propósito Y El Poder De La Mujer

EL PROPOSITO Y EL PODER DE LA MUJER.

Nadie conoce tan bien cómo algo debe funcionar como su creador. Te puedo sugerir que la mejor manera en que nosotros podemos progresar en la relación entre los hombre y las mujeres es ir hacia atrás hasta el principio y ver lo que estaba en la mente del Creador cuando El hizo a la humanidad. Conociendo nuestro diseño original y nuestra formación inherente, es la única manera de traer un cambio duradero y positivo en la forma en que los hombres y las mujeres interactúan los unos con los otros en todas las esferas de la vida.

El propósito de algo es lo que determina su naturaleza o diseño. La naturaleza o diseño de algo es lo que determina sus necesidades.

Dios creo al hombre para tener una relación de amor, pero dado que el hombre tenía un cuerpo físico, el también necesitaba a alguien con quien compartir ese amor físico y humano. Es un reflejo de la creación del hombre a la imagen de Dios. Dios es amor. El hombre vino del amor y es hecho de amor y el amor no pude vivir solo. Por tal razón Dios dijo: “no es bueno que el hombre esté solo; le haré una ayuda idónea”.

El amor no puede vivir solo. Es imposible para el amor el hecho de amar en soledad. Así que Dios creó a la mujer. El principio es: que la mujer fue creada; no de la cabeza para que dominara sobre el hombre, ni de los pies del hombre para ser pisoteada por él, sino del costado para ser protegida. Del lado del corazón para ser amada. La mujer vino por causa del amor; fue el amor lo que causó su existencia. El primer propósito de la mujer ser amada por el hombre, así como el mayor propósito de Dios para crear al hombre-espíritu fue para darle amor a él. El hecho de tener dominio fue secundario.

Si este principio fuera comprendido por el hombre hubiera menos racismo contra la mujer, menos abusos y maltrato en contra de ella. Pero este existe porque el hombre ignora el diseño del Creador, ignora porque tanto el como la mujer fueron creados.

De la misma manera que Dios sacó al hombre de Sí mismo y lo creó como un ser espiritual, sacó a la mujer del hombre y la hizo un ser físico. Dios quien es amor, necesita alguien a quien darle Su amor, y por lo tanto, El creó al hombre de Si mismo. De manera similar, el hombre necesitaba alguien a quien darle su amor, y por lo tanto, Dios creó a la mujer del su propio cuerpo. Este paralelismo ilustra la singularidad y el amor mutuo que Dios y el hombre tenían, y para lo que el hombre y la mujer fueron creados.

La costilla es “tsela” y puede significar “lado o “cámara”. Esto nos dice que Dios sacó a la mujer de una parte del hombre; porque el receptor tiene que ser exactamente igual que el dador. De la misma manera que el hombre necesitaba ser espíritu para poder tener una relación y recibir amor de Dios. La mujer necesita ser de la misma esencia que el hombre para poder recibir amor de parte de este y tener relación con él.

Dios no tomó del polvo de la tierra a la mujer, si Él hubiera hecho esto, ella no hubiera sido hecho de la misma esencia del hombre para ser replica exacta, de la mima manera que la humanidad fue hecha de la esencia de Dios. Ahora aunque la los hombre y las mujeres son de una misma esencia, y aunque la mujer es la réplica del hombre, Dios los formó a ambos usando métodos diferente. La Biblia dice que el hombre fue “formado del polvo de la tierra”. La palabra hebrea para formar es yatsar, la cual significa moldear, de la misma manera como el alfarero moldea el barro. Sin embargo la Biblia dice que Dios “hizo a la mujer” para labra hebrea que es “banah” que significa “edificar” o “construir”.

Pablo dice en 1 Corintios 11:8 “El hombre no vino de la mujer, sino la mujer vino del hombre”, él se estaba refiriendo a este pasaje de Génesis. Dios tomó a la mujer del hombre y la construyó. La hizo por medio de multiplicar células que Él había tomado del hombre, lo cual es similar a lo que sucede en el vientre después de que un huevo fertilizado ha sido implantando en el mismo. Las células empiezan a multiplicarse y comienza a ser construido un ser humano.

Cuando Dios terminó de construirla en la creación, ella era completamente a la semejanza de él, de tal manera, que cuando Dios la presentó ante el hombre, las primeras palabras del hombre fueron, “Esta es ahora hueso de mis huesos, y carne de mi carne; ella será llamada mujer, porque del hombre fue tomada”.

Algo que es construido tiene los mismos componentes como el material del que fue hecho, o formado. Ahora hombre-mujer es el complemento perfecto para el hombre-varón. La mujer es igual al hombre, y por eso, es que ella puede dar y recibir amor. Debido a que vino del hombre, el hombre es esencialmente el dador, y la mujer es esencialmente la receptora. Por lo tanto su recepción complementa el dar del hombre. La mujer es como el hombre porque el receptor tiene que ser exactamente como el dador. Pero para que ella sea receptora tiene que ser diferente del hombre; su físico. Sus diferencias son complementarias en naturaleza, y fueran diseñadas para que el varón y la mujer puedan llenar las necesidades físicas y emocionales del uno y del otro, mientras que espiritualmente te nutren de Dios y de Su amor, y de esta manera, juntos, ellos puedan cumplir su mandato de gobernar el mundo.

Por eso mujer, respeta a tu marido y tu marido ama a tu mujer. El amor es la base, a través del amor le das protección y el cuidado que los mantendrá unidos que nos lleva al cumplimiento de aquello para lo cual fuimos diseñado.

Sacado del libro “Entendiendo el propósito y el poder de la mujer” por Myles Munroe

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